lunes, 17 de mayo de 2010

De la paja y otros delitos.

Nos encontramos en esta solemne ocasión, transmitiendo desde el Senado de la República. Acá no se siente el frió capitalino, pues el álgido debate ha acalorado el ambiente y caldeado los ánimos.
Radio escuchas, estamos adportas de que se apruebe en esta cámara, la Ley de Salud y Buenas Costumbres, por medio de la cual se introducirán medidas sancionatorias en el Código Penal y todo un conjunto de multas y contravenciones.

Después de una enconada lucha entre los ponentes del Gobierno y la oposición parlamentaria, la balanza giró sorpresiva y súbitamente a favor de los reaccionarios. Unas sospechas despertaron la atención de las autoridades, quienes hallaron evidencia que los ponía en relación con el delito que se busca tipificar, por lo que fueron marginados de esta votación. Dirigentes destacados del partido socialdemócrata como Marcelo Tower (maoista) , Petrosky, entre otros, fueron conducidos a unos calabozos mientras se demostraba su inocencia, a pesar de encontrarse debatiendo temas más importante sobre la economía y el desarrollo agroindustrial

-¡Aprobado!- gritan excitados los conservadores y los senadores que hacen parte de la cuota del Clero por derecho propio.

Así señoras y señoras doy por terminada esta transmisión y me dirijo inmediatamente al aeropuerto rumbo al exilio, antes que allanen mi casa y encuentren el par de calzoncillos cagados que no he lavado, ya que a última hora, a la prohibición de masturbarse se añadió la de cagar o en términos jurídico-técnicos ´pintar´ la ropa interior.

Archivo periodístico anexo.

Pereira 20 de mayo de 2011.
Redacción judicial

A. Yarce se encuentra en la cárcel La 40 mientras continúa el proceso en su contra porque al parecer estaba masturbándose en su dormitorio, en el barrio la Esperanza en la salida a Cerritos.

Dos agentes de la Policía recibieron el llamado a las 2:30 de la tarde del jueves de que una mujer había visto por una ventana que Yarce de 60 años de edad estaba en un segundo piso de una vivienda, acostado en una cama, desnudo y estimulándose sus genitales.

viernes, 23 de abril de 2010

Osito

Fumábamos mariguana, luego de una marcha del primero de mayo. Nos encaletamos detras de la UTP, mera vista. Lo pegamos con cueros de delicioso sabor. Se hizo pátria aquella tarde, por primera vez en la historia, una imagen definía con gran claridad y nitidez, el concepto de "Osito". El adjetivo perfecto para un ser indefenso, frágil y pendejo.

Osito, fumó e inmediatamente su barriga se descolgó, puso sus manos en posicion de guebón, un gran destello de alegría salió de sus grandes ojos y se le hinchó el mentón.

No contento, siempre quería más, aunque sin darse cuenta, una vez alcanzado el placer y el bienestar, daba un paso terco y forzado hacia adelante, era en realidad retroceder y retornar al malestar secular.

-Mauro cómprese otro- Repetía cada diez minutos ante mi negativa.
-Malparido cansón, cómprelo usted- Le respondía, cada vez con mayor rábia.
-Ah listo listo- decía, y a los 10 minutos, volvía a preguntar.

En el dilema de su vida, un escape invariable hacia el sociego y la tranquilidad que le negaba la realidad, poco a poco, se hiba adentrando en un terrenos desconocidos, intrincados, pedregozos, resvaladizos, húmedos, inhóspitos, escamosos.

La trizteza lo acediaba, hasta que con valor, la pulverizaba en granitos que luego esnifaba, o la amargura, pegada en papel dulce, que luego fumaba, hasta desvanecerse en cenizas de incertidumbre y esperanza. Cada que se empeñaba en continuar se adentraba en los lugares oscuros de la desazón, la apatía, el malestar que le llevava a pensar, que todo cuanto le sucedía era estípido e incípido.
Sus recuerdos miserables y sus miedos cargarían para siempre el pesado fardo del sin sentido.

miércoles, 7 de abril de 2010

Ruta 12

Suenan los golpes de mil ollas, cien latas y diez tambores.
Todos esperan al gran animal de llantas, tuercas y piñones que conduce un mortal, con maña y pericia.

La bestia por dentro es rústica, asientos desencajado. El chillido molesto emerge,
cuando frena. Escala montañas de asfalto, descienden despeñaderos y recorre planicies.

Esa misma buseta, que recorre la calle cuarta, pasando por Electrolux,
Maos, Pan caliente, Visnú, Nuevo Libro, El Gaitán, El Hospital municipal,
Comfamiliar, El Cañarte.