viernes, 25 de diciembre de 2009

Collage dos.

-Cuando le diga ñote, esos manes tienen contratos con la alcaldía, por eso comen callados y dejan de ser “oposición radical”.

-¡Bobo no! si están calmados es porque el susodicho lo ha hecho bien.

-Si home… y la corrupción de varios de sus componentes, el clientelismo de sus socios, la politiquería en los barrios, la flexibilidad ante las privatizaciones.

-¿Si…?

-Hermano con decirle que perdieron la consulta interna, teniendo la plata y la rosca de la Administración.

Es de noche, me encuentro con un grupo de seis amigos, de los cuales solo me acuerdo de dos. Los acompañamos por un saco, una chaqueta o por plata, no estoy seguro, al a casa de su señora madre. Yo tomo delantera, me voy con un compañero y con dinero.
Entramos al bar más movido del ambiente. Mis ojos se clavan sobre la mesera, la que siempre me cautiva. La secuencia de eventos es confusa, conceptos etéreos, imágenes borrosas y sin una continuidad del tiempo consistente. Sin embargo, tengo éxito y aparezco unos minutos después, con ella y rumbo a otro lugar. Nos sentamos, pedimos dos cerveza, es un sitio agradable, ella lo eligió, yo quería ir una cuadra más arriba a un antro más bohemio y clásico –se que le encanta-. Un personaje grotesco se nos acerca y hace un despliegue sistemático de pedigüeñería y fastidio importunándonos de tal manera que tengo que intervenir. Le alzo la voz y le digo que se largue. El, en señal de protesta e inconformidad, saca un cuchillo. Yo trato de defenderme como puedo, hasta que llega el dueño del establecimiento y le efectúa una operación quirúrgica que lo deja como un colador. También tenía un cuchillo, más grande, para sentar su posición ante el gobierno y los ciudadanos, que su patrimonio lo defendería con la vida. Y así, van siguiendo imágenes, flashbacks…
Era una pesadilla, despertó con el pecho empapado, dolor de cabeza y el malestar de un obrero cuando termina su jornada de trece horas “diurnas”. Se levantó como pudo y no se baño, se vistió directamente. Empacó algunas hojas en su maletín y salió. Estaba completamente abatido, pero había algo que lo animaba, algo tan poderoso que con solo pensarlo, lograba la serenidad y la paz para matizar y amortiguar el conjunto de malestares que lo aquejaban.


“Desde la aparición del MOEC el 7 de enero de 1959, fundado por Antonio Larrota, y hasta el sol de hoy, en Colombia ha brotado una recurrente corriente extremoizquierdista que se echa sobre sus hombros la empresa de crear las condiciones subjetivas del estallido revolucionario mediante el montaje de núcleos guerrilleros, encargados de encandecer la república entera con la sola irradiación del valor, de la audacia, de la entrega y del generoso sacrificio de una reducida camada de predestinados.” Francisco Mosquera, Ni guerra ni paz.

La guerra del pueblo es un asunto histórico que depende de circunstancias y elementos concretos. La táctica de un partido que busque guiar a la sociedad por las antípodas de la injusticia, la miseria, la opresión y la explotación, por ejemplo: Una correlación de fuerzas favorable, el grado de conciencia y organización de los oprimidos y su voluntad decidida de emanciparse, la existencia de un frente único de liberación nacional, donde quepan desde: el obrero y el campesino, hasta burguesía nacional y pequeña burguesía, junto a todos los sectores sociales que amamantan. Por otro lado, el régimen expoliador debe estar dividido, mermado, desmoralizado de tal forma que su reacción brutal y terrible no cuente con la eficacia acostumbrada. El marxismo concibe estos elementos como primordiales para desarrollar una táctica insurreccional. Sin estos elementos, no basta con que la izquierda infantil de la pequeña burguesía, mencione la inefable miseria y hambre, la nefaria opresión, injusticia y explotación del pueblo, por lo cual se necesita un cambio radical.
“Si así fuera, las sociedades basadas en la esclavitud de unas clases por otras deberían vivir en una permanente guerra civil insurreccional.” Francisco Mosquera, ni guerra ni paz.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Collage uno


Tal como el viejo se aferra a su pipa, el estudiante debe aferrarse a los libros,
a los hábitos académicos y propios de su cultural. Un hombre suda, hace mucho calor y acaba de sonar la campana del descanso. Es un obrero, que camina sin prisa a buscar en su maletín el portacomidas. Come su porción de arroz y carne con placer. Fue una jornada extenuante. Después toma un sorbo de vino tinto. Introduce sus manos por tercera vez en su equipaje y extrae un cigarrillo. Ya arreglado. Estira las piernas, bosteza y se relaja un poco. Al instante canta la sirena y el trabajador vuelve a las profundidades.

- Está jodido este camello, y el gobierno nos estrangula.
- Claro compa, hay que acabar con todos esos malparidos.
- Si hermano, pero nada que ver con esa hijueputa guerrilla que no ha hecho sino cagarla.
- Como así compañero, más respeto para los camaradas.
- Suerte con esas pecuelas, con esos criminales de guerra.

Son las doce del medio día, hay conmoción en la cafetería principal de la universidad, se escuchan unos megáfonos gangosos y un tumulto.

-¡Rector hijueputa, Presidente paramilitar, fuera Yankees!
-Hay que combinar las formas de lucha, como la marcha y la papa.

Y se escucharon más frases, hasta que el mechudo más añejo del campus empezó su rutinario discurso. Un grupo de 4 mujeres, todas muy bien dotadas y de buen semblante, comenzaron a refunfuñar.

-Vida hijueputa, se va a armar otro tropelcito con los policías, que boleta.
- 300 pelagatos decidiendo por 13.000, estamos en la puta olla.

Con la cautela de un zorro, el reciclador ambulante registra sus bolsillos -y gladiador por la forma de cargar semejantes costales- ¡ZAs! la pipa en la mano derecha y de la izquierda, como un truco de naipes, se desliza un sobrecito con un polvillo amarillo de su camisa. Con la sagacidad del presidente de Colombia, vierte el contenido sobre el orificio de su artesanía, repleta de cenizas. Fósforo en medio del dedo grande y el índice, lo raspa y lo estaciona al frente del túnel oscuro y corto, y el polvo gris va derritiendo al macilento como a una miel. El viejo sale disparado al cielo, siente vida, energía, placer, vigorosidad, gusto, paz, tranquilidad, sosiego, calma, etc, lo siente todo. Luego siente susto, siente muerte. El guerrero siempre tiene un as bajo la manga.

“… Muestran que no son el partido de una clase, sino un círculo, que no son el partido de las masas, sino un grupo de intelectuales y un reducido número de obreros que imitan los peores rasgos de los intelectualoides.”
V. I. LENIN, El “izquierdismo”, enfermedad infantil del comunismo CAPÍTULO VII ¿DEBE PARTICIPARSE EN LOS PARLAMENTOS BURGUESES?

lunes, 21 de diciembre de 2009

La enfermedad infantil de la izquierda Colombiana.

En política, he aprendido que todas las tendencias políticas son válidas, ya que Colombia es un país tan rico en climas, en regiones, en recursos y en clases sociales, que de ello se desprenden innumerables pensamientos. Vemos que hay fascistas, originados desde las clases terratenientes, mafiosas y algunos sectores de la burguesía intermediaria*, existen las ideologías de la pequeña burguesía, el anarquismo, el foquismo y el terrorismo de las guerrillas, por ejemplo. La izquierda, la social democracia y el liberalismo filosóficos desde el lado civilista. Hay conservadores demócratas, hay liberales autoritarios, hay apolíticos postmodernistas, en fin, una gran gama de matices, orientaciones políticas y filosóficas. En un país con una violencia que se remonta desde los años de la Independencia hasta hoy, cambiando de protagonistas y de carácter, unas guerras son revolucionarias y de liberación como la que dio el pueblo contra los Españoles, en cabeza de Bolívar y Santander y otras son reaccionarias como la que encabezan de la guerrilla y los paramilitares, con los recursos y el poder del narcotráfico. Es por eso, que la tolerancia y el respeto a las ideas ajenas representa una clara contraposición a la herencia burguesa guerrerista del partido Conservador y Liberal, que nos legaron el sectarismo y la polarización, de la cual beben tanto la extrema izquierda, como la extrema derecha. También aprendí, que por tamaña riqueza teórica, hay que llamar las cosas por su nombre. Por ejemplo, el proyecto que encarna Uribe es fascista, lo que encaran las FARC y sus simpatizantes es algo parecido, imponer las cosas a la fuerza. Marxismo en Colombia, como tal, no lo encarnan ni los radicales de izquierda, ni mucho menos la guerrilla, tal vez un pequeño partido de los trabajadores…. El marxismo no es copiar las fórmulas prácticas y teóricas al píe de la letra de la experiencia China o Rusa, como lo hacen torpemente, por ejemplo, el MODEP o las brigadas antiimperialistas, tampoco es el revisionismo y el oportunismo soterrado de “la combinación de las formas de lucha” agenciado por el viejo y caduco Partido Comunista, ni mucho menos, es el sectarismo del (neo)MOIR, el que prohíbe y sataniza las alianzas desconociendo la teoría política de la correlación de fuerzas.
El marxismo consta de tres pilares: La filosofía (Materialismo dialéctico y Materialismo Histórico) la teoría política y la económica.

Sobre el materialismo dialéctico: 1) Todo es materia, las ideas son productos del cerebro humano, y éste no es más que el desarrollo y alto grado de sofisticación de la materia. 2) No hay materia sin movimiento, ni movimiento sin materia. Todo está en constante movimiento y todo se contradice entre sí, se relaciona y se une. Sobre estos dos puntos Mao Tse Tung hizo una gran contribución cuando desentraña y explica de una forma magistral el carácter de las contradicciones. Las contradicciones se presentan en todo, poseen un aspecto absoluto, pero son relativas también, algunas son principales, otras son secundarias, las principales pueden transformarse en secundarias y viceversa. En Colombia, las fuerzas políticas se contradicen tentre sí, inclusive dentro de un mismo partido hay contradicciones. Para las fuerzas democráticas, la principal contradicción es el proyecto fascista y dictatorial de Alvaro Uribe, por lo que es necesario que el POLO busque alianzas con los independientes y con la derecha. Porque cada situación requiere un trato y una táctica diferente. Las innumerables declaraciones y gritos de la extrema izquierda cuando se habla de alianzas con la derecha para derrotar la reelección de Uribe demuestran el grado de ignorancia, de infantilismo y de oportunismo, a la hora de aplicar una táctica correspondiente al blanco principal de ataque. Cuando Lenin decía que la esencia de dialéctica es la unidad de los contrarios, explica como Uribe y las FARC, dos fuerzas aparentemente antagónicas, se necesitan la una a la otra más que nunca. El primero necesita la amenaza terrorista, los secuestros, los bombazos, las pipetas de gas cayendo en los pueblos, las extorsiones, el boleteo, el miedo que difunden, la zozobra en campo y demás barbaridades para justificar el autoritarismo, para legitimar sus medidas fascistas, para revestir la violencia y el abuso de la fuerza pública como una necesidad primordial. El segundo necesita un régimen político intolerante, guerrerista, injusto, cruel y despiadado, de falso positivos, de yidis política, de trampas y vivezas jurídicas, de escándalos como el de la Parapolítica o "Agro Ingreso Seguro" para darle aire mesiánico a su discurso, para mostrarse como el único sendero de cambio, para impregnarse de la sabia revolucionaria que nunca han tenido, para verse como los redentores y para legitimar sus medios inhumanos para conseguir sus fines altruistas.

Las fuerzas democráticas son la tercera vía, el camino que se aparta de ese círculo vicioso que desangra a Colombia, que siembra odios, intolerancia y muerte. Nosotros no cabemos en ese matrimonio infernal. Nuestro enemigo es la violencia, la guerra, la imposición de ideas políticas a la fuerza, a las malas, a los balazos de fusil. Por eso, Gustavo Petro, habla de acordar el futuro, con todas las fuerzas de la democracia, de todos los partidos y movimientos que no quepan en la rosca del Presidente o se opongan a su proyecto reaccionario y miserable. Por eso Francisco Mosquera ad portas de la apertura económica hizo alianza con una de las personalidades más conservadoras del Partido Liberal, el candidato presidencial Durán Dusán, para impedir esa desgracia para el país, que hábilmente lograron implantar con la anuencia y participación ingenua del M-19, quienes creyeron que consignando unas medidas socialdemócratas y libertarias en el papel, en la Constitución de 1991, causarían un cambio radical en el establecimiento, cuando el verdadero cambio lo configuró la implantación del modelo neoliberal y sus representantes hechos con el poder. Que al Partido Comunista no le interese la alianza de l campo democrático es comprensible… pero que Robledo se oponga a ultranza resulta insólito, pues fue precisamente el fundador del MOIR quien desde el principio, rompiendo todo tipo de paradigmas, como el abstencionismo, el foquismo y la “combinación de todas las formas de lucha” de la izquierda infantil de ese entonces, siempre impulsó y lucho por crear un gran frente, en especial en el último periodo de recolonización y hegemonía gringa, para unir todas las fuerzas democráticas. Si la situación era trágica para los obreros y campesinos cuando empezaron a cerrar fábricas colombianas y a importar lo que acá se cultivaba, ahora es terrible, porque no administran la neocolonia los demagogos y democrateros de los años noventas, ahora se ahonda en las reformas económicas, laborales y jurídicas, perversas y leoninas, desde un gobierno despiadado de comportamiento equiparable al gobierno de Fujimori o al de Hitler, guardadas las proporciones y el contexto histórico.

Gustavo Petro es lo más revolucionario en Colombia, no solo por sus reformas novedosas, bien sustentadas, posibles y muy progresistas, también porque la táctica que propone, de acordar del futuro, de unir fuerzas con otras tendencias y partidos políticos de diferentes orientaciones es la única posibilidad para derrotar la amenaza de dictadura que se cierne sobre Colombia. Salvo la unidad de las fuerzas progresistas, todo es ilusión.

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No más capuchas, papas, tropeles, vidrios quebrados, campus dañado, miedo causado, y castración de la participación, esos métodos dejenlos para los amotinados en las cárceles nacionales. En las universidades la lucha se da desde el debate político, desde las iniciativas culturales y académicas, desde las críticas profundas a la sociedad y al régimen, desde los libros y el conocimiento, desde la participación en consejos estudiantiles, en asambleas, desde los foros, en fín, desde todos aquellos espacios que le son propios a la naturaleza del estudiante, no desde formas violentas implantadas desde afuera por grupos aislados de las masas.

*Intermediaria entre la gran burguesía internacional, y la clase parasitaria y vendepatria del país, que les asegura el dominio económico, político y cultural.

martes, 15 de diciembre de 2009

UN JOVEN QUE CONOCIO LA DOCTRINA

Un joven estudiante se despertó, el sol radiante, la mañana cálida, una suave brisa descendía sobre el jardín, era un día común y corriente. La gente esperaba las busetas para ir a trabajar. Los obreros llevaban maletín, seguramente en su interior iba el almuerzo, alguna herramienta y la comida de la noche. Este joven que mucha curiosidad tenía, pasó temporadas enteras estudiando la historia de Colombia, analizando los acontecimientos del mundo y en general, su pasión eran las ciencias sociales. Se enclaustraba todas las tardes en las bibliotecas y en las noches poco dormía por empeñarse en darle resolución a sus intrincados cuestionamientos sobre la sociedad.

Empezó con los liberales, con los ideólogos de la revolución francesa, con los griegos y con los del renacimiento. Hizo un recorrido juicioso por toda la filosofía idealista, hasta convencerse de su inclinación por la democracia y las elucubraciones sobre la igualdad y lo indispensable de las instituciones republicanas. Tenía muy claro que repudiaba las ideas de derecha y sus expresiones monstruosas de autoritarismo y fascismo. En su momento, le encantó Rosseau, los radicales burgueses y los anarquistas. Poco dormía, poco comía, estaba obsesionado con la lectura, cada vez la sed de conocimiento lo hacía más menesteroso. Un día en la universidad, vio un numeroso grupo de estudiantes reivindicando el movimiento estudiantil acaecido en 1971, vio que llevaban pancartas con el nombre de un dirigente político.

El discrepaba de la izquierda en el campus, no eran más que un puñado de lumpen, encapuchados y tirapapas. Pero algo había de diferente en aquel grupo. No reivindicaban los grupos guerrilleros, no azuzaba a la violencia y no generaban el asco como los vándalos. Pero era escéptico, tampoco se entusiasmó mucho. En su casa, averiguó por internet y se dio cuenta que ellos formaban parte de un partido fundamentado en las ideas desconocidas por el. Con mucha prevención y como por no dejar, empezó a leer sobre dicha doctrina.
Todo le pareció tan descabellado, tesis completamente opuestas a lo que el comprendía. Un completo disparate. Conoció el materialismo histórico, el socialismo científico, la dialéctica materialista, la Comuna de París, la Revolución de Octubre, La Gran Marcha, la Revolución Cultural China, tremendos eventos históricos que dejaban por el piso, los tumultos y los motines de los que tenía conocimiento. Pero lo que en definitiva conquistó su corazón como nunca antes fue la derrota de los Nazis a manos del pueblo soviético, que cerró filas en defensa de su madre patria y el recorrido heroico del pueblo y los comunistas chinos por medio país, sorteando toda clase de obstáculos y venciendo la adversidad sin más recursos que el tesón de su lucha y abnegación. Devoró página por página, palabra por palabra, libro por libro.

No sabemos como ni porqué, pero la fortuna salvó al entusiasta muchacho del final que tenía preparado el autor: Por sus discursos revolucionarios, denunciando el gobierno pro-imperialista de Colombia y por desenmascarar a los criminales comunes y de guerra de la guerrilla, este caería a mano de los últimos, a quemarropa y por la espalada, tal y como vilmente acribillaron a Eduardo Rolón y Aidée Osorio, en la época de las conversaciones con Belisario Betancur, ante la negativa de estos, de abandonar su trabajo de masas (coperativas campesinas, centros de salud, etc) y dejar las veredas donde venían trabajando como descalzos en Antioquia.
En su lugar, el joven accedió a ir al conversatorio que se realizaría en el centro de la ciudad, para impulsar la candidatura del máximo líder de único movimiento estudiantil que agitó los cimientos de la sociedad como nunca había sucedido desde la muerte de Gaitán, donde solo la derecha del Opus Dei, el gobierno y los mamertos del pc se opusieron e hicieron hasta lo imposible por derrumbar sus conquistas y terreno ganado.

Sin embargo, como acostumbra la desgraciada pluma de quien escribe, ya está cocinado un macabro final para el chicuelo, sin embargo la bondad de Dios le permitirá vivir hasta después del conversatorio, antes no, porque debe asistir e invitar gente porque Chucho sabe como hace sus cosas y algo tiene que equilibrar, porque en Colombia, donde solo pulula la extrema derecha fascista y la extrema izquierda degenerada, un pequeño respiro tiene que darle a las fuerzas progresistas, como para que el país no se desintegre y se pudra.