martes, 15 de diciembre de 2009

UN JOVEN QUE CONOCIO LA DOCTRINA

Un joven estudiante se despertó, el sol radiante, la mañana cálida, una suave brisa descendía sobre el jardín, era un día común y corriente. La gente esperaba las busetas para ir a trabajar. Los obreros llevaban maletín, seguramente en su interior iba el almuerzo, alguna herramienta y la comida de la noche. Este joven que mucha curiosidad tenía, pasó temporadas enteras estudiando la historia de Colombia, analizando los acontecimientos del mundo y en general, su pasión eran las ciencias sociales. Se enclaustraba todas las tardes en las bibliotecas y en las noches poco dormía por empeñarse en darle resolución a sus intrincados cuestionamientos sobre la sociedad.

Empezó con los liberales, con los ideólogos de la revolución francesa, con los griegos y con los del renacimiento. Hizo un recorrido juicioso por toda la filosofía idealista, hasta convencerse de su inclinación por la democracia y las elucubraciones sobre la igualdad y lo indispensable de las instituciones republicanas. Tenía muy claro que repudiaba las ideas de derecha y sus expresiones monstruosas de autoritarismo y fascismo. En su momento, le encantó Rosseau, los radicales burgueses y los anarquistas. Poco dormía, poco comía, estaba obsesionado con la lectura, cada vez la sed de conocimiento lo hacía más menesteroso. Un día en la universidad, vio un numeroso grupo de estudiantes reivindicando el movimiento estudiantil acaecido en 1971, vio que llevaban pancartas con el nombre de un dirigente político.

El discrepaba de la izquierda en el campus, no eran más que un puñado de lumpen, encapuchados y tirapapas. Pero algo había de diferente en aquel grupo. No reivindicaban los grupos guerrilleros, no azuzaba a la violencia y no generaban el asco como los vándalos. Pero era escéptico, tampoco se entusiasmó mucho. En su casa, averiguó por internet y se dio cuenta que ellos formaban parte de un partido fundamentado en las ideas desconocidas por el. Con mucha prevención y como por no dejar, empezó a leer sobre dicha doctrina.
Todo le pareció tan descabellado, tesis completamente opuestas a lo que el comprendía. Un completo disparate. Conoció el materialismo histórico, el socialismo científico, la dialéctica materialista, la Comuna de París, la Revolución de Octubre, La Gran Marcha, la Revolución Cultural China, tremendos eventos históricos que dejaban por el piso, los tumultos y los motines de los que tenía conocimiento. Pero lo que en definitiva conquistó su corazón como nunca antes fue la derrota de los Nazis a manos del pueblo soviético, que cerró filas en defensa de su madre patria y el recorrido heroico del pueblo y los comunistas chinos por medio país, sorteando toda clase de obstáculos y venciendo la adversidad sin más recursos que el tesón de su lucha y abnegación. Devoró página por página, palabra por palabra, libro por libro.

No sabemos como ni porqué, pero la fortuna salvó al entusiasta muchacho del final que tenía preparado el autor: Por sus discursos revolucionarios, denunciando el gobierno pro-imperialista de Colombia y por desenmascarar a los criminales comunes y de guerra de la guerrilla, este caería a mano de los últimos, a quemarropa y por la espalada, tal y como vilmente acribillaron a Eduardo Rolón y Aidée Osorio, en la época de las conversaciones con Belisario Betancur, ante la negativa de estos, de abandonar su trabajo de masas (coperativas campesinas, centros de salud, etc) y dejar las veredas donde venían trabajando como descalzos en Antioquia.
En su lugar, el joven accedió a ir al conversatorio que se realizaría en el centro de la ciudad, para impulsar la candidatura del máximo líder de único movimiento estudiantil que agitó los cimientos de la sociedad como nunca había sucedido desde la muerte de Gaitán, donde solo la derecha del Opus Dei, el gobierno y los mamertos del pc se opusieron e hicieron hasta lo imposible por derrumbar sus conquistas y terreno ganado.

Sin embargo, como acostumbra la desgraciada pluma de quien escribe, ya está cocinado un macabro final para el chicuelo, sin embargo la bondad de Dios le permitirá vivir hasta después del conversatorio, antes no, porque debe asistir e invitar gente porque Chucho sabe como hace sus cosas y algo tiene que equilibrar, porque en Colombia, donde solo pulula la extrema derecha fascista y la extrema izquierda degenerada, un pequeño respiro tiene que darle a las fuerzas progresistas, como para que el país no se desintegre y se pudra.

8 comentarios:

Germanico dijo...

"Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia" ja ja, Mauricio,tienes buena pluma.

Mauro dijo...

Gracias compita, ahí uno hace lo que puede.

Anónimo dijo...

porque sera que en colombia tenemos todas las plagras, no solo Uribe.R.I.I.I, la tuberculosis, las FARC, el ELN, el MOIR, el PC, MODEP, La Mafia, los paramilitares, las bandas, los combos, los sicarios, las pestes, el hambre, que cosa tan ijueputa, sera que Dios nos esta provando, para ser el pueblo mas resistente y fuerte del mundo?

Paola dijo...

Mmmmm, que elocuencia, parece el principio de una novela...

Mauro dijo...

jijijij, pero novelas de las buenas despues de que la historia no sufra una aberración terrible y termine como un culebrón mejicano, todo esta bien.
:D
xD
XD

Mauro dijo...

¡Ahhh lo olvidé! que tampoco quede como ese hueso de pelicula cubana que nos vimos HAHAHHAHAHAHAHHAHAHAH!

Anónimo dijo...

Chamizo nuevamente muy buenos sus escritos, la verdad es un gusto leerlo a ud men!, un abrazo.

Paola dijo...

Si Pedro, con perdón, película casposa...