miércoles, 23 de septiembre de 2009

Pelándole el fierro al neón.

Consumo la ciudad, antes que ella lo haga conmigo. El tráfico, los horarios, sus prédicas. Que me ofrece: oficinas, créditos, ventas, ambiciones. El teatro, el cine y el arte son caros, mejor voy a ver televisión. Libros, textos, la biblioteca, si voy me duermo, no debo perder el tiempo, mi estómago vacío, me esperan con la paga de la pieza, me cerraron el flujo de agua y las velas cada tarde están más derretidas. Pero sigo yendo al estante literario, aún me dejan entrar, todavía no huelo tan mal.
Quizás tenga un golpe de suerte y llueva de día, para desnudarme ante el sol, asearme, sin sufrir un ataque de asma. No tengo para el Salbutamol. No me quejo, anoche hizo calor, no necesité cobija, hice con el periódico una cómoda almohada. Condenados policías, por qué me despertaron tan temprano, no tenía que madrugar, hoy no tengo que ir a trabajar ni a estudiar, es mi día libre. Como todos. Pero los considero, ellos no entienden de esas cosas.
Hoy quiero gozar con las aventuras del ingenioso hidalgo Don Quijote, tal vez escuchar algo de Coltrane, pero estamos en verano, estoy algo lejos del centro. Si camino el olor que generarían mis pies y axilas me imposibilitarían ingresar, el celador lo evitaría a toda costa. Ellos no entienden de esas cosas.
Por fortuna mi cara aún está limpia. Saldré a la doce A.M, en pelota, para evitar transpirar. Así no tendrán excusas para vetarme. No quisiera hacer una Tutela sobre mi derecho fundamental a la igualdad. No tengo para el papel ni la tinta y aguardar diez días son inaceptables para continuar mis lecturas, Lenin es estricto, no me da espera. Además los jueces municipales son ineptos, seguramente tendría que apelar y el proceso se prolongaría por mucho tiempo.
Que áspero es el asfalto, mis dedos son débiles, lo acepto. Voy sobre el prado, el pasto me hace cosquillas. Eclosionó una preocupación estúpida, después concluyo que no que iré la cárcel por reír a medianoche y sin ropa. Todavía no es delito.
Avanzo hasta cierto punto, quedo rodeado por infinidad de tubos de muchas formas y tamaños. Me pintan de sus colores cuando me acerco. La lujuria del neón.
De pequeño y romántico soñaba con ser un águila o halcón. Miro mis manos moradas, el pecho azul, mis piernas amarillas y mi pene rojo, no estoy alado pero tengo tez multicolor, soy un camaleón. La ciudad está desierta, es mía. No dominaré los cielos pero soy el rey del submundo. Aunque todavía no me arrastre, soy más grande y bello que cualquier lagarto. Aunque mi grandeza dependa de coloridos avisos y de quitarme los harapos para que la luna vea mis güebas, ninguna lagartija por genial que sea aprecia una buena lectura, solo sacan sus lenguas y comen insectos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La cocaina es la droga de la paz, de la rigides, de la lucidez, del control el equilibrio. Sus propiedades provienen de la legendaria hoja de coca. Mascada por los indígenes, nuestros ancestros, les producía falta de apetito, les brindaba energía para la fatiga, energía y fuerza para las labores diarias, en fín. Siempre se caracterizó por ser una planta que apoya al organismo en los estados de fatiga, desorientación, carencia de ímpetu, y todo síntoma o situación que suma al organismo en un ritmo lento, de enfermo. Para que el organismo convaleciente descanse de un gran esfuerzo y reponga energias.
Pues esa energia faltante, o que se gastó, es la que aporta la cocaina.
Por eso su función natural es aportar energia, cuando hay una carencia de ella contundente en el cuerpo.
Por lo que, dicha sustancia representa el exito y el glamour en los hombres de negocio. CUando es mal usada, es decir, para buscar un placer abstracto, efórico y efómero sin un fundamento o razon real, el usuario pasa por alto su verdadera función, y se empeña en buscar un éxtasis, que tan solo es un efecto secundario que se presenta en las primeras dosis, y al no encontrarlo, sumir al cuerpo en un consumo autodestructivo, compulsivo e irracionar de aumentar la dosis y la frecuencia buscando unm efecto que nunca encontraran por esa via.