miércoles, 19 de agosto de 2009

Mis disculpas.

Queriendo dejar las preocupaciones existenciales, que a nadie interesan salvo a su menesteroso portador, aspiro a escribirle a cosas más importantes, más bellas y más nobles que a
fantasmas vagos y pasajeros de la conciencia, pero, siempre hay un pero, a causa del bache transitorio en que he caído careciendo de creatividad y productividad y no pudiendo continuar con el ritmo incesante de mi kilométrico chiviado, quiero ganar algo de tiempo, no sin antes rogar misericordia y piedad a mis fieles lectores, en que acepten, publique mis últimas elucubraciones emocionales, mientras organizo mis asuntos terrenales, que dictan la urgencia de lo material, para continuar sin percances con mi incipiente obra ilusoria e intangible.

No hay comentarios: